Por Chary Serrano.
Taberna Miguelito es la transgresión de una larga trayectoria en el mundo hostelero de la familia Villar, siendo ya la cuarta generación que regenta dicha taberna.
Los inicios fueron en el año 1912, cuando Miguel Villar, el bisabuelo de la saga, abrió una taberna en la calle Agustín Moreno (antigua calle del Sol) bajo el nombre de Bar Miguelito.
Esta taberna era muy popular en la sociedad cordobesa de esos años, dándose en ella reuniones de contratistas y mayoristas de las lonjas por su proximidad, frecuentemente abierta las 24 horas del día, pues las lonjas se abrían a partir de media noche y se atendía a una clientela de profesionales que acudían a hacer sus compras diarias a Las Lonjas, y a los trabajadores, además de los trasnochadores que iban buscando la última copa.
También era punto de encuentro de intelectuales y artistas cordobeses. Julio Romero de Torres era uno de los parroquianos que la frecuentaban en esa época.
La segunda generación, su hijo Miguel Villar Morales nacido en 1921, fue mozo en la taberna desde 1940 debido a que su padre estaba imposibilitado.
Cuando el bisabuelo Miguel Villar se jubila empieza a llevarla su hijo, dando continuidad a la buena cocina y, lógicamente, contando con la ayuda de su mujer: Trinidad Mora de La Rosa, que además de llevar la intendencia, cocina y limpieza, se dedicaba a la peluquería a domicilio y según cuentan, con gran éxito. Más adelante se incorporan sus hijas Fali y Trini.
Esta taberna era famosa por su buena cocina. Las tapas de “Casa Miguelito” eran célebres, como, por ejemplo, las setas llamadas “Pollancrón”, el clásico “Taconazo” de chorizo al vino, el “Nazareno” hecho con pimientos fritos y una salchicha, “Las Lagartijas” que eran boquerones en vinagre o el rabo de toro y los peroles que allí se celebraban guisados por su mujer. Seguía siendo frecuentada por artistas y de lleno total en los domingos de fútbol, al estar de paso al Estadio de El Arcángel. En la taberna estaban las sedes de la popular Peña Los Cabales y la Sociedad Deportiva la Raspa.
En 1986 se jubila y cierra el Bar considerado el más antiguo de Córdoba.
Su hijo, Miguel Villar Mora, intenta continuar con la tradición familiar, pero debido a diversas circunstancias no puede hacerse con el local y como tiene otro trabajo abandona la idea, pero no definitivamente.
El 14 de enero de 1996 muere Miguel, abuelo, y ese mismo año su hijo retoma la vocación de tabernero abriendo la taberna en una dirección cercana a la anterior, en la calle Escritor Sebastián Cuevas, y le cambia el nombre de Bar a Taberna Miguelito para que no diese lugar a confusión con otros locales. Allí mantiene el estilo, fotos y recuerdos de la famosa taberna familiar.
En esta nueva etapa y como es habitual, cuenta con la ayuda de su mujer, Toñi López. En agosto de 2011 comienza a trabajar con ellos su hija Rocío, que se hace cargo de parte del negocio debido a problemas de salud y operaciones de Miguel.
En 2018 se jubila Miguel Villar, yo lo llamaría la tercera, porque lo es, que esto de la numeración en dinastías no es solo privilegio nobiliario.
La cocina de la Taberna Miguelito ha ido evolucionando, al igual que el local, aunque aún sigue guardando su estética tradicional, fiel a su historia.
Ahora cuentan con una gran variedad de platos, fusionando la cocina tradicional cordobesa con una cocina más vanguardista .
Es célebre su “Eclipse de salmorejo” (salmorejo negro) con el sabor tradicional y un color muy diferente al hacerlo con pan negro y tomate Kumato. El Solomillo al P.X. También los flamenquines tienen protagonismo en su amplia carta y en diferentes sabores y tamaños: tanto el tradicional como otros mas creativos. Dos de los platos mas pedidos son el Rabo de toro y el risotto de carrillada. Y últimamente va ganando terreno el bacalao con pisto a temperatura controlada o los Coulant de chocolate con helado de turrón, sin olvidar las antiguas tapas que le dieron fama.
Hoy en día, la oferta gastronómica se reparte a lo largo del día: empezando las mañanas con desayunos y sus célebres jeringos artesanales. A medio día y por la tarde y noche las tapas y las comidas.
En su gran carta de vinos el protagonismo lo tienen los vinos generosos de Montilla-Moriles y tienen variedad de postres donde destaca el coulant de chocolate con helado de turrón, una delicia.
Muy importante para sus clientes es la coctelería, que da un toque más divertido y fresco en las noches cordobesas.
Rocio Villar es una reconocida bartender, un referente a nivel nacional. El pasado mes de noviembre/19 representó a Córdoba en el Sustaineble Cócktail Challenge del ron Flor de Caña quedando en segunda posición.
Una saga familiar, una taberna con historia y en continua evolución, buenos productos, un trato familiar y cercano, que hacen de la visita una grata experiencia.
Fuentes: Rocio Villar y Cordobapedia.
Taberna Miguelito – Tipos de cocina
- Mediterránea, española.
- Dietas Especiales: opciones vegetarianas, veganas y sin gluten.
- Bar, restaurante, pub y coctelería.
Calle Escritor Sebastián Cuevas. 14010. Córdoba. 957 752 553.