“En esta época en la que la normalidad ya no es tan normal y lo normal ya no mana de la costumbre, tengo que hablar del tiempo, del cuándo y del dónde. A mediados del siglo pasado, en 1955, en una Andalucía profunda donde los equinocios nos son esquivos, Julián Gálvez, un montalbeño visionario, decidió dedicarse al negocio del frío. Al abrigo de los sofocantes estíos, hizo del principio cero su forma de vida, dedicándose a la venta de hielo y más tarde, a la fabricación de helados. Ese fue el germen de La Heladería de Montalbán. Sesenta y cinco años y tres generaciones después, no solo ha conseguido ser un referente, sino que está presente más allá de lo que cabría imaginar. Sigue avanzando y se enfrenta a una nueva aventura, lanzando esta línea de helados ecológicos. Espera y desea que esta ambiciosa línea de productos se consolide y pase a formar parte de la nueva normalidad”.

“Una de las premisas sobre las que se fundamenta nuestra actividad es la de ofrecer un producto final con la mayor calidad, empezando por la materia prima con la que fabricamos nuestro catálogo de productos, así como la fabricación y presentación de los mismos. Es por ello que el siguiente paso natural ha sido dar el salto al mercado del producto ecológico, aprovechando que disponemos de una gran oferta en proximidad y de una materia prima ecológica de calidad. Así, podemos combinar nuestro buen hacer de siempre, con las últimas tendencias de consumo responsable y una materia prima de máxima calidad, aunando sostenibilidad y respeto por el medio ambiente”.