Mara de Miguel
El maridaje es el arte de buscar el mejor elemento líquido para una comida, o justo al contrario. Se trata de una unión que complete todo nuestro espectro gustativo y poder disfrutar más de la experiencia gastronómica.
Para esta receta propongo una cerveza artesana. Las cervezas artesanas se han puesto muy de moda en los últimos tiempos y la verdad, es que le están haciendo un gran favor a la industria del lúpulo líquido, puesto que el paladar de los cerveceros se ha vuelto más exigente y más experimentado.
En este caso para armonizar con los caracoles chico propongo una del tipo Blonde, de la marca Judería, un proyecto del maestro cervecero cordobés Ricardo Romero que tiene entusiasmado a todos.
Los caracoles, tan cordobeses, son elementos gastronómicos difíciles de maridar debido a la cantidad de especias que llevan.
Lo que pretendemos es no cargar más al paladar. Por eso con esta cerveza, vamos a refrescar la boca, permitiendo que el ligero amargor de los lúpulos hagan su efecto y balance y nos deje preparados para seguir comiendo y bebiendo otro sorbo del picante caldo que siempre acompaña a un vaso de caracoles.
¿Quieres saber cómo guisar los caracoles? consulta la receta de Chary Serrano: Caracoles chicos en caldo, típicos de Córdoba.