Alvear, una Bodega con mucha historia

Por Gemma Verdaguer de Bodegas Alvear

Alvear, fundada en 1729, es la bodega más antigua no solo de Montilla, sino de toda Andalucía. Casi tres siglos de historia contemplan a esta compañía familiar que también es la segunda bodega con más historia de España y su marca C.B., la quinta con más edad. Pero el paso del tiempo no ha modificado el carácter artesano y familiar de la empresa montillana, que ha ido creciendo con coherencia y sin perder de vista su filosofía. Ahora es la octava generación de la familia quien se encarga de preservar el conocimiento adquirido y los valores de la bodega, que, como en el pasado, tampoco descuida el futuro. 

La historia del vino de Montilla no sería la misma sin Alvear.

Hay que empezar por el fundador, Diego de Alvear y Escalera, de ascendencia riojana (los orígenes familiares se sitúan en Nájera, que en 1729 puso en marcha la bodega en un entorno donde se practicaba, además del cultivo de vino, el del olivar y el cereal y donde el vino entonces lo elaboraban a pequeña escala los propios cosecheros.

 Pero fue Diego de Alvear Ponce de León, quien diera, después de una ajetreada vida un empujón importante a la historia de la bodega cordobesa. Diego regresó a su tierra natal tras casi 32 años de ausencia, casado en 2ªs nupcias con una joven británica, Luisa Ward, que en Montilla sería conocida como “La inglesa” y daría a Diego otros siete hijos más. Junto al matrimonio regresó también su ayudante, el Capataz Billanueva. En homenaje a él aún hoy uno de los vinos emblemáticos de la bodega, el Fino C.B., lleva sus iniciales, pues Billanueva marcaba con ellas las mejores botas. Diego tomó las riendas de un negocio que se había mantenido en pie por la buena labor de su padre y su tío, y tras él, algunos de sus hijos también contribuyeron al éxito comercial de los vinos de Alvear. Destacan Sabina y Candelaria Alvear Ward, dos mujeres adelantadas a su tiempo

Pero el paso del tiempo no ha modificado el carácter artesano y familiar de la empresa montillana. Ahora es la octava generación de la familia quien se encarga de preservar el conocimiento adquirido y los valores de la bodega, que, como en el pasado, tampoco descuida el futuro. Alvear sigue avanzando en la elaboración de vinos generosos de Montilla con visión de futuro, explorando las raíces y las particularidades del viñedo montillano.


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