Calleja De Los Vinagreros, Casco Histórico De Córdoba

Por Chary Serrano

Perteneciente al antiguo barrio de San Nicolás de la Axerquía, en el casco histórico de Córdoba, la calleja que nos ocupa es conocida con el nombre de Vinagreros al menos desde el siglo XVIII, por vivir en ella unos famosos cosecheros de vinagre.

Los nombres de muchas calles y callejas cordobesas hacen referencia a ciertos oficios ejercidos a lo largo del tiempo en nuestra ciudad, ya olvidados en su mayoría, y cuyos gremios acabaron denominando a las calles que los albergaban. Con el tiempo algunas fueron tomando otros nombres en razón de los oficios de sus habitantes y en los callejeros actuales varios se cambiaron, por coincidencia del mismo nombre en otros barrios.

En el barrio de Axerquía, en muchas de sus callejas habitaban los artesanos del cuero, los de la industria textil (sobre todo en el apogeo de la seda cordobesa, desde que los califas implantaron sus propios telares) y los oficios derivados de éstos.
Alimentación, vinos, vinagres, etc (ver calle Mucho trigo). Familias que se dedicaban a estos oficios durante generaciones. Su cercanía a la ribera del río Guadalquivir, a sus necesarias aguas y para el transporte de mercancías, hacían de ésta la mejor zona para desarrollar sus trabajos.

La calleja Vinagreros es un afluente de la calle de Lineros.

En un padrón de 1512 ésta calleja se llamaba “de los Agujeros”, por las manufacturas y costura necesarias que complementaban a los telares. (lino= Lineros y agujas= Agujeros).
Siglos más tarde, esta calleja de barrera con arquillos y sin salida se llamó Calleja de la Bodega, por ser uno de los accesos a las antiguas Bodegas de la familia Campos.

Fachada lateral de Bodegas Campos en calleja Vinagreros

Anécdotas de la calleja Vinagreros

En la casa que hace esquina con la calle Lineros, en el nº 26, vivió el poeta, flamencólogo y académico de numero de la Real Academia de Córdoba, Ricardo Molina Tenor (Puente Genil, 28 de diciembre de 1917 – Córdoba, 23 de enero de 1968). Existe en su fachada una placa conmemorativa de 1979, que Antonio Mairena le dedicó al poeta con motivo de sus bodas de oro con el cante.

Placa dedicada a Ricardo Molina en calle Lineros, esquina a Vinagreros

En paseo séptimo de D. Teodomiro Ramírez de Arellano en sus “Paseos por Córdoba”, por el Barrio de los Santos Nicolás y Eulogio, cuenta un extraño caso que ocurrió por el 1821 en una escribanía en una casa inmediata a Vinagreros.

“””Allí se hallaba de oficial mayor cierto joven aspirante á procurador, quien tenía un cuñado que abrigaba las mismas pretensiones, y ambos, a pesar de ser sus mujeres hermanas, se habían fijado en la misma, lo que promovió entre ellos alguna enemistad, y varias acaloradas disputas.

Un día estaba el primero en el despacho, a la sazón que el escribano había ido al juzgado, cuando
entró el cuñado, entablando conversación sobre el asunto y tomando proporciones, se convirtió en
acalorada disputa, hasta el punto que el segundo tomó la tranca de la puerta con la que acometió al otro, quien, viéndose acosado, tomó para defenderse las tijeras grandes de cortar papel, las que al fin introdujo en el pecho de su adversario, que al verse herido salió corriendo y cayó muerto cerca del Caño de Venceguerra:

El agresor se escondió por lo pronto y el escribano, al saber la noticia, formó justificación de su ausencia del lugar de la desgracia, á fin de no verse envuelto en la causa.

Pasado algún tiempo y justificada plenamente la fuerte agresión por parte de la víctima, terminó aquel proceso felizmente para el acusado.”””

Nunca faltan sucesos para señalar, que durante muchos años se contaban por la vecindad.