Libro: Las recetas de una madre cordobesa

Siempre hay cosas que nos recuerdan, inevitablemente, a nuestra madre, que de repente nos iluminan la cara con una sonrisa y nos provocan una sensación de calidez en el centro del pecho. Es entonces cuando nos acordamos de su olor, de su tacto y también de su sabor. Y es que la gastronomía, también, es recuerdo. Cuando cocinamos traemos a la memoria momentos y personas que se han quedado por siempre prendidas entre recetas, aromas y sabores en nuestra mente.

Para celebrar con vosotros este Día de la Madre os traemos hoy el libro Las recetas de mamá de Ana María Prieto, quien en su prologo afirma:

Cuando se habla de cocina, hay que buscar un adjetivo para saber a qué tipo de cocina nos referimos. La mía es cocina casera, la que se prepara en casa siguiendo esas recetas que han pasado de madres a hijas, que recogen la manera de cocinar que nuestras madres y abuelas crearon al calor de los fogones. El resultado son las recetas de siempre, las recetas familiares, las que hoy nos evocan los sabores de nuestra infancia”.

El recetario familiar

Pero antes del libro, fue el blog, antes del blog fue la madre y antes de la madre fue la hija (y la nieta). Empecemos por el principio, en La Rambla. El padre de Ana María podría ser, tal vez, el origen de todo, un hombre de buen apetito y mejor gusto culinario que cuando encontraba un plato que le agradaba siempre pedía la receta para que su mujer la replicara en casa.

Así fue como en el recetario de la madre de Ana María acabaron muchos de los platos, de los años 50-60, del antiguo Bar Imperio de la calle de la Plata. Recetario, que a su vez, ya incluía platos elaborados por su abuela y su bisabuela, siendo los más antiguos de la década de 1910.

Ya tenemos hija y nieta, pasemos a la madre. Para Ana María la cocina no es algo pesado y rutinario, es ese momento del día que le permite romper con la excesiva carga mental de su trabajo y hace que se centre en el momento presente, prestando solo atención a cada una de las tareas que implica la receta en cuestión, desde la compra hasta la presentación.

Así, con paciencia, esmero y dedicación logra recrear la cocina de su madre en su propia casa y que ésta forme parte también de los recuerdos de los suyos. En esto, que el hijo mayor de Ana María se va a vivir a Madrid, y ella, antes de irse, le apunta en una libreta algunas recetas básicas para que pueda valerse por sí mismo. Pero a él le parecieron pocas y también le surgieron dudas de cómo enfrentarse a algunas de las que le anotó.

Cómo surge “Las recetas de mamá”

Aquí comenzó la labor didáctica de Ana María de pesar, medir, anotar tiempos… ect. de cada una de las elaboraciones que su hijo le pedía; Todo para que la receta no fallara y fuera a prueba de hijos principiantes. Así, él acabó teniendo en su ordenador una carpeta a la que llamó “Las recetas de mamá” y que se encargó de convertir en blog con la idea de “que no se pierdan los sabores de la abuela”, comenta Ana María que le dijo su hijo.

Un blog que se convirtió en todo un éxito, que ella siguió alimentando con nuevos platos y ahora es una web. Y de éste éxito nació el libro, el primero, que, evidentemente, no podía llamarse de otra manera que no fuera: Las recetas de mamá. La propuesta llegó con el pastelón de hojaldre y merengue, típico rambleño, un Día de Reyes. Luego vendrían otros dos: Dulces y postres de “Las recetas de mamá” y Recetas de mamá para celíacos.

Hasta aquí ya hemos resumido, muy brevemente, esta historia de una madre y cocinera cordobesa, a la que se siguen sumando nuevos capítulos. Ahora, son las pequeñas nietas de Ana María, quienes en pleno confinamiento, se han puesto, con sus padres de ayudantes, manos a la masa. Y la feliz abuela observa vídeos y fotos de sus recetas hechas por ellos. (Continuará 😉).

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