Por Adrián Díaz
Tras la pasada edición en el barrio de Ciudad Jardín, de la que aún guardo muy agradables recuerdos gracias a nuestra guía Isa Calvache, hoy tomé “el timón del barco” para mostrar otro excelente barrio de nuestra querida Córdoba a los asociados que pudimos asistir a esta cita.
Bares de Barrio 2
La cita: Jueves 27 de Junio a las 21,30 h.
Nos adentramos en la zona del Arcángel, un barrio muy rico por sus comercios, su gente sencilla, agradable y como no, sus Bares de Barrio donde se puede degustar una gastronomía tradicional de calidad, a precios muy populares.
La primera parada nos situó en la calle Cuesta de La Pólvora nº 8, concretamente en el Bar Parreño, un bar con años de historia y emblemático del barrio. Este bar es muy conocido por toda Córdoba, pues la gente de la zona ha dado buena cuenta de que alli se come “bueno, bonito y barato”.
Aprovechamos para saludarnos despues de algún tiempo sin vernos y enseguida nos pusimos al día. Comenzamos pidiendo unas cervezas y unos finos de Montilla-Moriles, el conocido fino Eléctrico de Bodegas Toro Albalá.
En cuanto a gastronomía sólida, el bar destaca por su sencillez y buen hacer de los guisos tradicionales y de sus tapas tradicionales que cada vez son mas difíciles de encontrar. Degustamos su espectacular tortilla de patatas con la particularidad de que se sirve con dos salsas: mayonesa y salsa de aceite, ajo y perejil.
Como segunda tapa pedimos un indispensable en este bar, el guiso de carrillada. Concluimos que estaba deliciosa pues tenía el punto exacto de sal y una alta concentración de sabor.
Con el buen sabor del Bar Parreño, anduvimos unos metros para “desembarcar” en la calle Pablo Neruda, 17, en el Bar Tanta Gloria, donde mi amigo Manuel nos trató con su característico carisma y buen servicio. Bajo el refrán “tanta gloria lleves como descanso dejas”, este bar se ha hecho muy popular en el barrio y tiene una afluencia diaria masiva.
Dispone de una carta variada, aunque nos decantamos por la tradición. Seguimos la sintonía del fino de Montilla-Moriles, esta vez Los Naranjos de Bodegas el Monte. Para comer pedimos su famoso san jacobo XXL y seguimos las recomendaciones de Manuel y añadimos unos boquerones de Huelva y unos calamares fritos que estaban espectaculares. Las frituras estaban en su punto, nada grasientas y bien sazonadas y crujientes. Todos coincidimos en que esos boquerones “gordos” se llevaban el primer puesto en el podio.
Entre bocado y bocado estuvimos charlando de gastronomía y de los nuevos tiempos que corren con la alimentación, para algo somos Sabores de Córdoba (jeje).
Pedimos la cuenta y como no podía ser menos, mi amigo Manuel nos obsequió con el fity-fity que es una combinación de vino dulce PX con fino. Totalmente recomendable la visita.
Para finalizar, tengo que dar las gracias a El Rincón de Cazorla por acogernos, a una hora bastante tardía, con una sonrisa y un servicio de gran calidad. Este recién llegado al barrio, que anteriormente fue el mítico Bar Jornat, luego paso a ser el Épora, etc… se ha convertido para mí en un remanso de algo que valoro muchísimo tanto a nivel gastronómico como tradicional: la carne de caza.
El fino fue la decisión unánime de la noche y ésta vez nos decantamos por Bodegas Delgado y su icónico Tertulia. Para acompañar la bebida tomamos choto al ajillo y carne de “venao” en salsa. Las carnes de este establecimiento provienen de la sierra de Cazorla y son un producto de una calidad incalculable. La elaboración de los dos platos estaba perfectamente ejecutada. El choto al ajillo tenia una salsa de enmarcar o, como diríamos aquí, “pa ponerle un piso”.
Y así concluyó esta maravillosa ruta por los bares de barrio en esta segunda edición.
Me despido con la memoria llena de momentos felices, con el estómago lleno de una gastronomía excelente y con el deseo de ir a la tercera edición.
¡Hasta pronto!
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