LA COCINA DE LOS ÁNGELES ANTE UNA NAVIDAD DIFERENTE

Por Juan Ramos Pemán.

La cocina conventual y monacal desarrollada por diferentes órdenes religiosas lleva siglos conjugando la salvaguarda de técnicas, recetas sublimes e ingredientes naturales con su esencia cristiana y cultural. Su existencia ha sido sinónimo de un inmenso beneficio de la sociedad, no sólo a través de su profundo ejemplo ante la Fe, sino a través del mantenimiento de conventos y monasterios y la ayuda solidaria que siempre han prestado y siguen prestando a su entorno. De esta manera, la tradición e importancia de la cocina conventual es infinita sobre todo, por las decenas de valores positivos e indispensables que la rodean. 

La cocina conventual es un patrimonio universal de la cultura culinaria y gastronómica ya que son muchos los platos, las técnicas e ingredientes que han llegado hasta nuestros días gracias a su preservación en los templos y conventos.

En su totalidad, son las recetas y los platos quienes destacan en todas estas iniciativas. Y entre todos, Córdoba ha sido la protagonista de los más significativos encuentros dirigidos a reivindicar la cocina conventual con la celebración de dos congresos nacionales, en los años 2016 y 2018 que tuvieron como objetivo conjugar o maridar los valores académicos, cristianos, históricos, solidarios y sociales que posee la propia gastronomía conventual. Éstos fueron promovidos por el Cabildo de la Santa Iglesia Catedral de Córdoba a través del Foro Osio y cuya secretaría técnica recayó en Tierra Creativa.

Las recetas protagonistas de la cocina conventual han sido y son protagonistas de multitud de jornadas gastronómicas, muestras, artículos periodísticos, obras pictóricas, blogs digitales, ediciones literarias, incluso de algunos programas de televisión. 

Por otra parte, es una cocina, donde son incontables los productos que ofrecen, que responde fielmente a los deseos actuales de la sociedad, donde la calidad, el origen, la naturaleza sostenible de los ingredientes y la labor artesana gozan de gran valor

De esta manera, nuestro deber es homenajear a los cientos de personas consagradas que han trabajado y trabajan en la cocina de conventos y monasterios haciendo de su Fe y labor, una serena virtud cuyo beneficio siempre ha recaído tanto en su entorno como en la propia sociedad ya que no sólo el sabor reside en sus manos sino el apoyo ferviente a la preservación de la cultura y la Fe.

2020 ha sido uno de los años más duros jamás recordados por el hombre. Junto a contiendas alejadas de nuestra naturaleza, este año la humanidad está sufriendo una epidemia de consecuencias inciertas aún. 

La oración por todo el sufrimiento así como por la esperanza de la llegada de tiempos mejores encuentra en los conventos un escenario eterno. Y allí, entre fogones y pucheros, la cocina de los ángeles aguarda este año con incertidumbre la campaña navideña que tanta importancia tiene para su manutención. 

Toda ayuda es poca así que sus dulces navideños, sus pestiños, sus rocos de anís, sus yemas, sus mazapanes y polvorones, sus marroquíes, sus alfajores, sus Ave Marías, sus huesos de Santo y muchas más delicias nos aguardan en conventos y monasterios para que llenen nuestra despensa en esta Navidad y ayudemos de esta manera a quienes más los merecen. 

Así que no lo dudemos, a sólo un paso de nuestras casas nos aguardan las Hermanas de las Órdenes Clarisas, Jerónimas, Carmelitas Descalzas o Capuchinas, entre otras, para ofrecernos toda la ilusión, la Fe y el sabor centenario que sólo puede nacer de un lugar: la cocina de los ángeles.


¿Dónde comprar dulces conventuales en Córdoba y provincia?

Clarisas de Belacázar: Pedidos 622 555 295

Monasterio de Santa Ana y San José ,Convento de la Carmelitas descalzas  957 47 25 64

Monasterio de Santa Clara de Montilla: 630488047

Monasterio de San José Villaviciosa de Córdoba: 957 72 26 58

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